VOZ DE SERPIENTE

Al andar el caminante o los caminantes se reconocen en su individualidad. En la primera instancia de su marcha y en silencio, acompañado o en soledad el caminante se escucha a sí mismo, pero cuando presta atención al silencio y se reconoce en la inmensidad del vacío que lo rodea su voz se diluye y trasciende con el entorno. Entonces lo otro se vuelve tangible y se expresa con voz propia. En el andar individual o en colectivo el o los caminantes se reconocen como unidades que deviene en fragmentos de un todo, elementos que interactúan en un cuerpo complejo que también transita por el tiempo y el espacio.

El río como una potencia activa se expresa en una lengua extranjera y como una entidad su voz se materializa de distintas formas. En este sentido, VOZ DE RÍO enuncia y reconoce la presencia del río desde un plano de horizontalidad y respeto. A través de distintos aproximaciones el proyecto reconoce la complejidad de los aspectos biopolíticos, económicos, sociales y culturales que engloba, y se pregunta ¿Si un río hablara que nos diría? Así, indaga en su corporalidad y memoria, para darle voz y representatividad desde una aproximación artística.

En diciembre del 2020 inicié un recorrido en la región de los “Altos de Jalisco”. A través de pláticas, caminatas y el involucramiento en algunas de las actividades de la región como la creación de ladrillos; identifiqué la importancia que ha tenido el río verde. La presencia del río atraviesa la memoria del territorio, está presente en sus ecosistemas y en distintos aspectos identitarios de los asentamientos humanos ubicados a lo largo de su cause.

El río se define por su naturaleza, por su geografía y por un imaginario complejo de narrativas; en su transitar continuo devela una entidad autónoma que se expresa de formas diversas. La voz del río se hace tangible en el movimiento de sus aguas, en su caudal, en sus paisajes sonoros o visuales, en su biodiversidad, en su relación con lo humano, en los niveles de contaminación, en su sequía o en su abundancia. Desde su nacimiento hasta su desembocadura un río se expresa, su voz habla en pasado y en presente. La voz del río nos incita a repensar nuestra condición transitoria, para repensarnos en un futuro inmediato o lejano en el que la revaloración de lo no humano, el desplazamiento del antropocentrísmo y la conciencia ambiental resultan vitales.
Eusebio Bañuelos





